Una de las ventajas del sistema de gestión de flotas de Movolytics es el seguimiento que se realiza de cada vehículo, en relación al mantenimiento que puede necesitar, si llega la fecha de alguna revisión o si se identifica algún signo de desgaste o avería.

No obstante, de forma personal, cada responsable de un vehículo puede (y debe) también hace una revisión de todos los elementos indispensables, entre los que se encuentran también los neumáticos.

La revisión de los neumáticos, además, tienen la característica de poder realizarse de muchas formas. En este artículo te explicamos las más corrientes:

Inspección de neumáticos con testigos electrónicos

En la actualidad, los nuevos vehículos cuentan con un sistema electrónico de gran eficiencia, que avisa de cualquier problema con los neumáticos.

De hecho, los sistemas más actuales no solo son capaces de avisar ante la aparición de un problema, sino que también identifican hasta qué neumático presenta un desgaste, una pérdida de presión, etc. y, los más sofisticados, son capaces hasta de predecir de qué tipo de problema se trata.

Revisión personal

Los neumáticos tienen dos características clave. La primera de ellas, que son los elementos que unen al vehículo con la carretera, por lo que están en continuo funcionamiento.

En segundo lugar, son accesibles. Cualquier persona puede acercarse a ellos y realizar una revisión personal.

Esta revisión se puede aplicar sobre varios elementos que todo neumático comparte. Por ejemplo, cada modelo dispone de unos testigos diferentes, que permiten comprobar el desgaste que han ido sufriendo.

El testigo en cuestión puede variar, desde el logotipo de la marca, hasta señales específicas, con las que saber si el desgaste ha sido leve, moderado o grave.

También es posible utilizar indicadores de profundidad. Los hay de muchos modelos y cualquier casa fabricante o tienda especializada dispone de ellos. Su utilización consiste únicamente en colocarlos en uno de los surcos del neumático.

Gracias a señales gráficas, podemos ver si el dibujo nos dice que la profundidad es la delimitada por ley (16 mm como mínimo) o se ha desgastado en exceso.

Hay que advertir, que lo establecido por ley no implica que sea lo más seguro. Cualquier desgaste del neumático supone un riesgo en la conducción y es preferible contar con unos modelos lo mejor cuidados posibles.

Revisión de la presión de los neumáticos

Una revisión de los neumáticos periódica debe centrarse en la presión que tienen. Este valor varía no solo por el uso que realizamos del vehículo, sino incluso cuando está parado.

Una de las ventajas de esta revisión de los neumáticos es que puede realizarse fácilmente en casi cualquier estación de servicio. Debemos aprovechar las máquinas fabricadas para este cometido y comparar el valor actual con el identificativo, que suele estar en la puerta del conductor o el libro de instrucciones.

Si la presión no es adecuada para la carga o el trayecto a realizar, simplemente debemos aumentar o reducir esta presión hasta alcanzar el valor óptimo.

Un mantenimiento constante

Es recomendable establecer una pauta de mantenimiento rutinaria, con la que realizar una revisión de neumáticos que nos permita garantizar, en la medida de lo posible, que están en perfecto estado para ser utilizados.

Las revisiones periódicas del vehículo, así como revisiones del neumático extraordinarias, realizadas por profesionales con la maquinaria y herramientas adecuadas, puede ayudarnos a prevenir un problema grave durante el momento de la conducción.

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