La Dirección General de Tráfico utiliza diferentes equipos para controlar el tráfico y mejorar la seguridad vial en las autopistas. Radares de todo tipo, drones de última generación o coches camuflados son algunos de los más habituales, pero la DGT no se queda quieta y está dispuesta a utilizar las herramientas más avanzadas. La plataforma DGT 3.0 se encarga de implantar todas las señales y todos los dispositivos que mejoran la seguridad al volante.


En el campo de la seguridad y el control vial siempre hay novedades relevantes, y nunca dejaremos de hablar de nuevos mecanismos que faciliten la vida a los agentes… En este sentido, hace tiempo que se habla de nuevos invitados en la carretera para quedarse siempre.

Conos inteligentes, Ultima señal

Uno de los instrumentos que está ahora mismo en pruebas y que puede empezar a funcionar en unos meses son los conos inteligentes. ¿Cual es el objetivo de este elemento de seguridad? Que haya una mayor cantidad de información entre lo que está pasando en una carretera y los conductores que circulan por ella.

 Es decir, gracias a los conos inteligentes, se quiere conseguir que los conductores cuenten con información más precisa sobre los percances e imprevistos que hay a lo largo de un trayecto. Esto puede permitir tomar decisiones con mayor rapidez de la que permiten otros dispositivos.

Las primeras pruebas se realizaron en Galicia durante el pasado mes de julio, tal y como ha informado la DGT. Pese a que de momento se desconoce cuándo estarán en funcionamiento de manera regular, sí se ha podido comprobar cómo van a ayudar a los conductores estos conos inteligentes… que parece que prometen.

Primera toma de contacto… aplicada al deporte

El primer ensayo de esta nueva señal se efectuó durante una carrera ciclista que obligó a cortar algunos tramos de determinadas carreteras. Los conos inteligentes se colocaron en calles aledañas, a modo informativo. A través del dispositivo que tienen en la punta fueron capaces de enviar información actualizada al instante a los coches que se encontraban cerca de la competición.

 Este despliegue permitió que muchos conductores en los alrededores pudieran elegir rutas alternativas con antelación suficiente para no encontrarse de bruces con la prueba. El funcionamiento ha convencido a la DGT, hasta el punto de que podría aplicar este nuevo elemento de seguridad próximamente en las carreteras y no solo en el contexto de un evento deportivo.

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